Análisis "Peeping Tom"

 Este es un análisis de la película británica de culto "Peeping Tom", dirigida por Michael Powell en el año 1960.

El filme trata sobre un hombre llamado Mark, trabajando de fotógrafo en películas de diversos tipos, incluyendo imágenes pornográficas que, debido a un trauma del pasado, disfruta de grabar para su propio disfrute a las mujeres teniendo una expresión genuina de terror antes de matarlas delante de la cámara.

El director hace adentrarnos un poco a lo que es el voyeurismo, definido como la práctica de ver a personas ejerciendo actos sexuales sin su consentimiento, de igual manera, también definen esta palabra como alguien que disfruta presenciar el sufrimiento de otros. Con forme la película pasa, nos muestran cómo es que Mark creció con el gusto de mirar a las personas y atacarlas para provocarles sufrimiento; puesto que, de pequeño, su papá se encargaba de filmarlo todo el tiempo, tratándolo como un experimento psicológico y estudiarlo, por lo que Mark nunca tuvo privacidad.

Gracias a que conocemos el pasado de Mark, nos permite sentirnos empáticos con el personaje, ya que ahora no es simplemente un hombre loco que mata solo porque sí, sino que tiene una historia detrás que de cierta forma puede justificar sus acciones. En una escena, el hombre mientras está fotografiando a una modelo, conoce a una mujer que tiene un rasgo particular, una cicatriz grande en el labio, a Mark ésto le llama la atención y logra simpatizar con ella por el hecho de que ambos comparten el recuerdo de algún trauma.

A pesar de que es una película de 1960, se notan varios indicios de lo que serían las futuras películas slasher, donde hay un asesino que pasó por eventos traumáticos y se dedica a acosar a sus víctimas, principalmente mujeres, y entre sus motivos, la sexualidad. La diferencia entre esta película y las películas slasher, es el hecho de que en Peeping Tom, las escenas violentas no son para nada gráficas y la sangre es nula o muy poca.

Un elemento que resalta mucho en la película y que se pone a discusión, es la presencia normalizada de la pornografía; el ejemplo más evidente es la escena donde una niña entra a una tienda llena de imágenes pornográficas a comprar solo un dulce, a la par, está presente un señor que disimuladamente quiere comprar de esas imágenes. Me gusta la idea de que en una sola escena podamos ver la perspectiva de la inocencia junto con la del mundo acostumbrado a esta industria.

Personalmente, la película se me hizo muy interesante, trata temas que probablemente en esa época serían controversiales. La incomodidad que me provocó me hace pensar que el director hizo muy buen trabajo transmitiendo el mensaje que quería mandarle a la audiencia; la actuación de Carl Boehm como "Mark" es intrigante y demasiado emocionante, la música la da ese toque tipo slasher que te pone nervioso y la originalidad por parte de la fotografía que te hace ver desde el punto de vista del asesino por medio de los lentes de su cámara hace que te sientas involucrado en la historia del personaje.






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